36) Es cuestión de sólo mirar a nuestro alrededor

Hay compañeros que no se dejaron fotografiar cansados (vanidosos los condenados). Pero si agarré a algunos como a Eliseo que sólo aquí en la montaña con frio excesivo lo ven así, calentándose por fuera y por dentro.

 

 

A Beto y a mí no nos importa para nada como nos vemos porque así somos felices

 

 

Los compas irreconocibles...

 

 

 

 

Cerca de nuestro hospedaje habia una montaña de arena, claro seguimos en el desierto. Mis compañeros comenzaron a escalarla y les pedí que se llevaran mi bandera para fotografiarlos.

 

 

Llegamos a Lima, bueno... como toda ciudad capital era un caos vial (y eso que era sábado). Se nota la cara de felicidad de mis amigos en la presa. Es lo que yo digo... es común que la gente se queje de las presas en San José pero estoy seguro que nunca han estado manejando en el centro de la capital de un país más grande. Por eso cuidado cuando nos quejamos de algo.

 

Por fin salimos de la locura y adivinen... más desierto.

 

Por cierto de quejarse hoy me pasó algo... Después de esa presa en Lima, de levantarse temprano, de llevar sol y manejar muchos kilómetros posiblemente hoy iba a escribir en el blog que el día fue aburrido y cansado. Manejamos y manejamos con el fin de llegar a la meta de hoy, veníamos muy serios, sucios y estresados de cierta manera. Yo venia sólo viendo la carretera, conduciendo muy rápido y parando solamente a echar más gasolina.... el desierto nos llegó a cansar mucho, ya no queríamos ver más montañas, ni piedras, ni más arena. Es que ya era demasiado y el desierto no se termina.

Tengo que contarlo que de verdad todos hasta manejabamos de mal humor por el cansancio. Yo con la cara sucia, con hambre y muy serio... En eso de un pronto a otro algo me sucedió y me detuve un momento, volví a ver hacia arriba y todo cambió.... Vi las montañas que ya me tenian cansado pero que a la vez eran maravillosas, seguían siendo de colores algunas, de arena y detrás muy cerca los rayos de sol. Ya el desierto no era cansado, sino más bien lo seguí apreciando y ví que tenía muchas cosas bellas a mi alrededor.

En eso pensé que debía disfrutarlo a pesar de lo duro que ha sido la manejada, le dije a Dios que gracias por levantarme la mirada y darme cuenta que estaba vivo.

 

 

Me sentí bien... pero eso no fue suficiente para Dios, al salir de la siguiente curva vi que mis compañeros se detuvieron en la carretera y al voltear a ver hacia la izquierda apareció esto que era impresionantemente hermoso.

 

 

El desierto con la arena más fina que hemos visto junto a la brisa del mar, estábamos en la costa pacífica. Era como de sentarse y quedarse ahí el resto de la vida.

 

 

La cara de todos mis compañeros malhumorados y cansados cambió, todo era paz, sonrisas, fotos, buena brisa, bromas y un fuerzón para seguir adelante increíble. Hasta una bola verde vimos perdida en la arena imposible de alcanzar.

 

 

Será que hoy aprendí algo muy valioso. O será que usted que lee este blog tampoco se ha dado cuenta lo que tienes alrededor? No hace falta ver este paraíso que vimos nosotros, seguramente usted esta leyendo esto en una compu o por un celular, pero si levantas tu mirada de fijo algo bueno tendrás a tu alrededor y no lo has notado. Si estás en tu casa con sólo eso ya eres afortunado porque he visto que aquí muchos no tienen, si estas con alguien también eres afortunado porque mucha gente está sola en el mundo. Si tienes ropa limpia puesta también tienes mucho que agradecer porque en el camino he visto gente que no tiene nada más para vestir que lo que andan puesto. Creo que todo está en la forma en que se miren las cosas

 

Voy a pensar en eso el resto de la noche... Mañana continuamos la ruta.